Aunque el ánimo últimamente estaba un poco decaído, ya que eran muchos madrugones, para volver a casa sin ningún resultado, pero a la vez satisfecho de cuando sentía alguna pequeña devolverla, y por lo menos sentía algo de escama.pero las grandes ni rastro de ellas. ¿Donde estarán que caprichosas son?
Así que como siempre madrugón, para estar en la calada a las 6 de la mañana, ya en el pedrero de noche en una piedra que mojaba que no era peligroso pero al estar solo en la zona, un pequeño descuido y podía meterme en un apuro, no estaba del todo cómodo pescando. Cansado de lanzar en un lado y en otro, y ya con algo de luz, decidí seguir y hacer unas últimas intentonas en la calada preferida ya que podía ya controlar la mar.
Ya en la calada y sin sentir nada y como siempre dices la última y para casa fue en ese momento cuando, nada más caer sentí, unos buenos tirones incluso me sorprendió, parece que hay algo de vida en la charca, con cuidado la voy cansando ya cuando la tengo en las mano, grité de alegría ya que hacía tiempo que no tocaba escama grande.
Como prometí fue la última varada que eché ya que me pasé un buen rato sacando unas fotos, y contemplando lo hermosas que son pero lo difíciles que son de sacar las condenadas.
Me picó a un black minnow de 120, blanco y verde fosforito.
Un saludo compañeros y a seguir insistiendo que ya sea por necedad alguna tiene que sucumbir a nuestros señuelos, nos vemos por el pedrero.